Friday, June 26, 2009
ESTUDIANTES EN BOLIVIA
LUCHA ESPIRITUAL VS. PECADO: Preparación es vital
LUCHA ESPIRITUAL VS. PECADO: Preparación es vital
Añadió David: Jehová que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo.
1 Samuel 17:37
Toda la Biblia y la historia pasada se unen para enseñarnos que las batallas siempre se han ganado antes que los ejércitos se enfrentaran en el campo de batalla. El momento crítico para cualquier ejercito no es el día en que se enfrente al enemigo para combatir; sino, el día anterior, el mes anterior o el año antes de la batalla…..
La preparación es vital. La regla es, prepárate o fracasa. Las miradas firmes e insultos son para el momento, pero la justicia prevalecerá siempre.
No le tomó a Moisés mucho tiempo sacar a los hijos de Israel de Egipto; lo que tomó tiempo fue su preparación y disciplina en el desierto por 40 años. Solo tomó a David unos minutos derrotar al gigante Goliat; pero Dios lo había preparado con anticipación con el león y el oso.
La preparación es vital. Es importante tener nuestras prioridades en orden. Primero debemos encontrarnos con Dios para estar preparados para la batalla, pero si nos encontramos con el enemigo sin haber recibido el consejo de Dios, el resultado será catastrófico.
Señor, calma mi corazón en esta mañana y alimentarme con tu palabra. No puedo entrar en batalla sin haber recibido tu dirección y preparación. Ayúdame a mantener la disciplina de prepararme a diario.
Devocional diario de A.W. Tozer, traducido y adaptado al español por Carlos L. Casco
Tuesday, June 2, 2009
LUCHA ESPIRITUAL VS. PECADO
LUCHA ESPIRITUAL VS. PECADO: EL PRECIO DE LA RETIRADA
Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado.
Hebreos 12:3-4
Si Satanás presenta oposición al cristiano nuevo, la oposición contra el que está perseverando es aún mayor. La vida llena del Espíritu de Dios, no es como muchos suponen, una vida pacífica, tranquila y de placeres. Es de suponer que será lo opuesto.
Una manera de imaginar el camino del cristiano en la tierra es: Como un peregrinaje a través de una Jungla infectada de animales feroces, la realidad es, una batalla sin tregua contra el diablo. Siempre tendremos dificultades, y de vez en cuando tendremos que batallar contra nuestra propia naturaleza. Muchas veces los límites son tan parecidos que no podremos distinguir cuando es el diablo o nuestra naturaleza.
El caso es que si bajamos la guardia para escapar de las pruebas, o si tomamos el camino de menos resistencia, pronto estaremos eliminados de la carrera. Eso es lo que pasa a los cristianos mediocres, que terminan aceptando el camino de menos resistencia como algo normal. Eso es lo que Satanás quiere. Que perdamos la visión, malograr nuestro crecimiento espiritual y convertirnos en soldados fuera de combate, rendidos e inofensivos.
Doblegarse a los deseos de la carne o a los deseos de los demás es tomar el camino de menos resistencia. Satanás no se preocupa de los que abandonan la carrera. Pero el precio de los que se rinden es una vida vacía y sin ilusión. Nosotros los herederos de la Eternidad no podemos darnos el lujo de una vida fácil. Somos soldados del ejercito de Dios.
OH, Señor no permitas que baje la guardia a los ataques de Satanás y a las debilidades de la carne. Mantenme espiritualmente equipado para la batalla sin tregua, como soldado valiente y heroico. No permitas que me conforme con una vida fácil e inofensiva. Lléname con tu Espíritu mientras tenga resuello de vida. Amén
Devocional diario de A.W. Tozer, traducido y adaptado al español por Carlos L. Casco.
Monday, May 25, 2009
Devocional
El amor verdadero
Era una mañana muy ocupada, aproximadamente las 8:30 AM, cuando un caballero mayor de edad, tendría unos 80 años, entró para que le removieran los puntos de una herida. Manifestó que tenía mucha prisa y exigió que lo atendieran con prontitud. Cuando el doctor se desocupó lo hizo pasar y mientras removía los puntos preguntó, ¿por qué tenía tanta prisa?. El señor contestó; tengo que llegar a la casa de ancianos a las 9:30 AM, prometí a mi esposa estar ahí para verla. El doctor curioso del asunto le preguntó por la salud de su esposa, a lo que el anciano con voz temblorosa contestó; su condición no es favorable tiene la enfermedad de Alzheimer’s.
Mientras terminaba el doctor la curación le preguntó: ¿si llegara un poco tarde esta mañana siendo que usted tenía que atenderse, se molestaría su esposa si llegara un poco tarde?
El señor contestó, ella no me reconoce por los últimos 5 años, no creo que le moleste.
La respuesta sorprendió al doctor y le dijo: ¿y siendo que no lo reconoce, continúa usted visitándola todas las mañanas?
Con una amplia sonrisa contestó el señor: “ella no me reconoce, pero yo todavía se quien es ella”.
El doctor contuvo las lágrimas mientras el caballero se despedía, pero luego comentó. Esa es la clase de amor que yo quiero tener en mi vida.
El amor verdadero no es el físico ni romántico. El amor verdadero es el de aceptación incondicional como enseña la Biblia.
1 Corintios 13: 4-7 “ El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. “
Friday, November 14, 2008
Salmo 13
• Todos experimentamos momentos de impaciencia y yo no soy la excepción.
• Me ha tocado ir a pagar las compras en el supermercado y me he encontrado con alguien delante de mí con un problema en el código numérico, como es de suponer la máquina registradora no funciona y la cajera después de tratarlo por unos minutos decide llamar a un supervisor.
• Luego el supervisor es nuevo en el trabajo y no sabe muy bien lo que está haciendo. Mientras tanto yo, esperando.
• Una de las cosas que normalmente he hecho es mirar a las otras cajeras para ver si puedo cambiarme para que me atiendan más rápido.
• Paciencia, paciencia ¿quien necesita paciencia?. Un amigo acostumbraba decir: Yo no le pido a Dios paciencia, porque de esa manera no tengo que preocuparme de perderla o no perderla.
• En este Salmo, vemos a David en cierta forma actuando con impaciencia hacia Dios. Vs. 1- 2 dice: “¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí? ¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, con tristeza en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo será enaltecido mí enemigo sobre mí?”
• Cuatro veces, David preguntó ¿Hasta cuándo?, Ésta expresión denota impaciencia.
• Siempre queremos que Dios actúe con prontitud, cuando se trata de recibir algo de él. ¿Pero, actuamos con la misma prontitud, cuando Dios demanda algo de nosotros?
• Abraham tuvo que esperar 25 años, antes que Isaac naciera. Isaac esperó 20 años para tener hijos. Y José esperó 13 años para llegar al lugar de honor el Egipto.
• El itinerario de Dios es diferente al nuestro. Muchas veces Dios espera para que la promesa sea más grande y satisfactoria.
• Cuando los amigos de Marta y María encontraron a Jesús le dijeron: “Señor, he aquí el que amas está enfermo. Oyendo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. Y amaba Jesús a Marta, y a su hermana y a Lázaro. Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.”
• Muchos de nosotros hubiéramos tenido problemas con la demora de Jesús al lugar de los hechos. Marta y María lo tuvieron. Juan 11:20- 22 dice: “Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no hubiera muerto. Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.”
• Jesús esperó hasta cuando Lázaro estuvo muerto para ir en su ayuda, pero cuando llegó el milagro fue aún más grande.
• Quizás Dios no conteste a nuestras oraciones de inmediato, porque está esperando a que estemos muertos a la carne, antes de venir en nuestra ayuda. Pero cuando hayamos muerto, el milagro será aún más grande.
• David tuvo que esperar, pero sabemos que David aprendió muchas cosas mientras esperaba en Dios. Vs. 3- 4 dice: “Mira, respóndeme, oh Jehová Dios mío; Alumbra mis ojos, para que no duerma de muerte; Para que no diga mi enemigo: Lo vencí. Mis enemigos se alegrarían, si yo resbalara.”
• En la espera David aprendió a escuchar a Dios, y a andar en la luz de Dios. En la espera aprendió a confiar en Dios. Vs. 5 dice: “Mas yo en tu misericordia he confiado; Mi corazón se alegrará en tu salvación.”
• Y cuando recibió la promesa se regocijo en el Señor, porque su corazón estaba alineado con el corazón de Dios. Vs. 6 dice: “Cantaré a Jehová, porque me ha hecho bien.”
• Cuando Dios responde a nuestras oraciones el corazón se alegra y recibimos el gozo que el mundo no puede dar.
• Las bendiciones más grandes son producto de la paciencia. Cuando tengamos que esperar en Dios, tengamos la certeza, que Dios sabe lo que nos conviene mejor. Si esperamos con paciencia Su nombre será glorificado en nosotros.